ARTE Y JUEGO
Instrumentos para comprender la violencia.
El
mundo atraviesa una fuerte crisis de valores que se manifiestan en todos los
niveles y también, por supuesto, en las escuelas.
Ante lo expuesto, podemos preguntarnos por el origen de la violencia.
Puede afirmarse que una gran parte de la violencia que existe en la sociedad
tiene su origen en la violencia familiar. Porque a través de ella se
adquirieron los primeros modelos, en torno a los cuales se estructuran las
relaciones sociales.
La mayoría de los niños encuentran en su hogar condiciones que permiten
desarrollar una visión positiva de sí mismos y de los demás, necesidad para
aproximarse al mundo con confianza y para afrontar las dificultades en forma
positiva, incluso para obtener ayuda de los demás dentro de un marco de
tolerancia rechazando la violencia.
Sin embargo, cuando los niños están expuestos a la violencia, pueden
llegar a ver al mundo como si sólo existiera el papel de agresor y el papel de
agredido, percepción que puede llevarlos a legitimar esta violencia. La
violencia intra familiar es un fenómeno social tan grave como la falta de salud
física y mental y que incide en la
relación alumno- docente proyectándose
lo vivido en el ámbito familiar al plano educacional perjudicando el proceso de
aprendizaje.
Son estos chicos, seres que han sufrido o sufren en carne propia el
maltrato y que presentan dificultades para expresar lo vivido.
Es por medio del juego o el dibujo que pueden llegar a comunicarse, pues
son instrumentos que permiten un nivel de comodidad y un sentido de seguridad
que no encuentran en la comunicación oral.
En el proceso de creación de un dibujo pueden expresar sentimientos,
pensamientos y percepciones; aliviar emociones, trabajar traumas, pérdidas o expresar preocupaciones
somáticas.
El juego, por su parte, permite disminuir ansiedades, liberar tensiones y
compensar las pérdidas, los dolores y
los fracasos por medio de las fantasías; utilizando los juguetes y los
materiales disponibles a manera de símbolos pueden expresar sentimientos de los cuales no se dan cuenta,
transferir culpas a objetos y no a personas, distanciándose de eventos
traumáticos.
Es importante tener en cuenta que estamos frente a niños privados de la
capacidad de sentirse seguros para expresar en forma creativa, que aprenden a
vivir de manera más mecánica privados de placer.
Son niños que van de un juguete a otro sin apego o bien reviven el
evento traumático una y otra vez, este juego repetitivo y compulsivo le sirve
para reducir el estrés. En sus dibujos se observa un uso limitado de colores,
sin detalles y con figuras pobremente integradas. La ausencia de contenido,
detalles y color puede ser consecuencia de su retraimiento o por estar
exhaustos psicológicamente. Otro rasgo significativo de los dibujos de estos
niños traumatizados por la violencia es el excesivo sombreado, lo cual indica
ansiedad pero también les provee alivio.
Es fundamental mencionar que el adulto que se relaciona con estos niños
debe mostrar empatía sin reaccionar con irritación o ira, tendrá que comunicar
los límites de manera decisiva pero sin manifestarse como castigador o
autoritario. Estos límites conducen a los niños a desarrollar la autodisciplina
y más adelante a que ellos mismos se pongan ciertos límites.
Prof.
Gabriela Betina Borbol
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