¿Qué hizo aquel
profesor/a que te marco y aún lo recuerdes a más de 20 años de egresado del
colegio?
¿Fue algo positivo o negativo? Estas son algunas de las preguntas que
motivaron esta lista de consejos con algunas soluciones fáciles de implementar
pero con gran repercusión sobre los estudiantes.
Utilizar vídeos
que motiven a los alumnos, dependiendo de su edad
Aunque a veces cuesta
el uso de la tecnología, y el material no se encuentra tan fácil en Internet o
no sabemos cómo descargarlo es importante contar con esta herramienta ya que
hay mucho material disperso con mensajes muy concretos. Es una herramienta con
la que todos los alumnos se “enganchan” y uno puedo comenzar la clase con de
forma dinámica y obtener mejor resultado en cuento a la participación del
grupo.
Llevar actividades lúdicas
Realizar juegos
y ejercicios físicos para que las realicen los alumnos, distendiendo el
ambiente y predisponiéndolos positivamente para la clase.
Que los alumnos comenten sus experiencias y vivencias del fin de semana
Esto, con el fin de
empatizar y entablar una conversación entre ellos y el profesor. El aprendizaje
comienza desde las experiencias vividas por cada alumno, lo que lo hace más
significativo.
Ser práctico y teatral
Que el profesor lleve
un elemento desconocido a la sala de clases con el fin de llamar la atención de
sus alumnos. Ejemplo: profesor de biología llega con huesos de vacas. Profesor
de historia: con sombrero parecido al de Napoleón.
Realizar actividades diferentes
Por ejemplo, que se acuesten en el suelo y que recuerden buenos momentos
que han tenido durante el año escolar. El foco es que sea bien práctico. Todo
lo que explicamos sea con una dinámica. Primero el ejemplo y luego la
conclusión. Hacemos que de los juegos se evidencien ciertas cosas, que
operan de manera inconsciente y después sacas lo que pasó y se dice la
parte más conceptual. Apoyamos lo que enseñamos en actividades prácticas y
vamos variando el medio sobre los que pueden manifestar su aprendizaje los
alumnos cuando el tema es muy largo.
Generar debates en tornos a temas de interés en sus
alumnos
Dependiendo de su
edad. Dar espacios de opinión. Que los alumnos se sientan que tiene algo que
decir y no ser indiferentes. Esto los hace sentirse validados y les incentiva a
involucrarse y comprometerse emocionalmente con el tema, a buscar por sus
propios medios argumentos para sostener su opinión. Además, les permite
desarrollar su personalidad.
La imagen que el profesor proyecta a sus alumnos
debe ser alegre, desafiante, inspiradora y motivadora.
Lo que nos interesa cambiar es el profesor como una autoridad fría y
distante.
Esto tiene que ver con otra noción de respeto, que no es por el
castigo sino con la empatía por esa persona. Esto tiene mucho más
impacto en cómo se relacionan los niños con los demás, con los adultos. Si
tienen un adulto castigador, el día de mañana no sabemos si van a poder
relacionarse bien con una autoridad.
Enseñar con el ejemplo
La relación
profesor-alumno tiene que cuidarse súper harto y uno se cuida un montón. No
podemos decir que no sean violento y después reaccionar nosotros con golpes en
la pizarra o un grito. De esta forma ellos aprenden a hacer caso ante el miedo
y no ante el amor que en un principio pusimos cuando le pedimos de buena manera
las cosas..
Dar el espacio a los alumnos para que
pregunten….para luego devolverle las preguntas
No se trata de que el profesor no se haga cargo de su tarea educativa,
pero tampoco que le dé todo “masticado” al alumno. Es importante incentivar la
reflexión en el alumno y poder entablar un diálogo entre las partes. Que ellos
lleguen a sus propias conclusiones.
Recordar a los profesores que nos marcaron
positivamente y replicar lo que realizaban ellos.
Cada vez es más
evidente que hubo algunos docentes que nos marcaron. Esos profesores son una
brújula para nosotros.
María Victoria Caporale
Docente de Idioma Extranjero
Ingles de
escuelas del Gobierno de la
Ciudad de Bs.As.
Maestra de idioma inglés
Esc. 7 D.E.17 y Esc. 25 D.E. 12
Directora CECIE D.E. 21