Este blog está dedicado a los docentes que quieran compartir sus experiencias pedagógicas con otros colegas. Los artículos recibidos serán evaluados y seleccionados por el consejo editor de la página. Los artículos presentados son responsabilidad de los autores.
sábado, 15 de octubre de 2011
domingo, 2 de octubre de 2011
REFLEXIONES. Prof. Marcela Claudia Mancino
Enseñar,
aprender, una lengua extranjera, … ¿qué aportamos a nuestra sociedad?
REFLEXIÓNES
El nuestro país, el idioma inglés, ostenta
la supremacía en la enseñanza y aprendizaje de lenguas extranjeras y este hecho
continua; pero a partir de 1990, con el Tratado de Asunción, se establece como
prioritario, la implementación de la enseñanza de las lenguas de los países.
Surge entonces en Argentina, a partir del
MERCOSUR, un interés creciente por aprender portugués ya que las relaciones
comerciales, culturales y políticas con Brasil se han fortalecido. Este hecho se
ve claramente reflejado en la demanda creciente de empleados con conocimiento
de portugués para desempeñarse en diferentes ámbitos. Al ver esto y pensando en
el futuro laboral de niños y adolescentes, es que las familias se muestran interesadas
en que aprendan esta lengua extranjera.
Es por ello que podemos afirmar que el
aprendizaje de lenguas extranjeras en general y de portugués en particular
tiene un valor instrumental visible en la vida cotidiana y laboral pero también
tiene un valor social, ya que nos ayuda a mirar el mundo de otra manera, desde
otro lugar, con otros ojos.
Sabemos que la lengua es cultura y desde
ahí partimos para trabajar sobre esta nueva mirada, sobre la construcción del propio universo
sociocultural[1], propiciando la tolerancia y el respeto
por las diferencias.
Cito nuestro Diseño Curricular de Lenguas
Extranjeras: “La reflexión intercultural
apunta a desarrollar la percepción y el respeto por las diferencias culturales,
sociales, religiosas, raciales -entre otras-
que van surgiendo en la lengua extranjera a partir del contraste con lo
propio”[2]
Cabe al docente, entonces, reconocer las
representaciones que circulan en su clase y trabajar con los estereotipos,
intentando desplazarlos. Y fundamentalmente, esforzarse para que los alumnos tomen conciencia de la existencia del otro y
aprendan a convivir con esa diferencia[3].
Es mucho el aporte que puede realizar a
nuestra sociedad, el enseñar y aprender una lengua extranjera. Detengámonos a
pensarlo.
Marcela
Claudia Mancino
Prof.
en Portugués
Prof.
de Nivel Inicial
Diplomada
en Gestión de Instituciones Educativas
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