La enseñanza de
las Lenguas Extranjeras
busca como objetivo
fundamental la
adquisición y
desarrollo de
la competencia comunicativa,
es decir, la
capacidad de
hacer uso de
un idioma que
no es el
nativo en distintas
actividades de
comprensión y
producción con
la finalidad de
lograr una comunicación exitosa,
efectiva. El
desarrollo de
la competencia comunicativa
implica un
dominio tal
del sistema
lingüístico que
le permita al
alumno usar el
lenguaje espontáneamente; el uso
de estrategias mediante
las cuales logre
establecer feedback
en la comunicación
y la toma
de conciencia del
significado social
del lenguaje que
le posibilite adecuarlo
al interlocutor y
al contexto.
La
competencia comunicativa
va de la
mano del desarrollo
de otras competencias:
la competencia en
comunicación lingüística
tanto en lengua
extranjera como
en lengua materna;
la competencia sociolingüística o
dimensión social
del uso de
la lengua; la
competencia pragmática
de organización del
discurso, construcción
del texto; la
competencia intercultural, es decir,
la percepción, aceptación,
comprensión, empatía,
aprendizaje y
enriquecimiento que
surgen del conocimiento
de una cultura
diferente a
la propia.
Las actividades que
el docente proponga
en el marco
del enfoque comunicativo,
ya sean orales
o escritas, deben
resultar significativas para los
alumnos y
desarrollarse en
un contexto apropiado.
Es importante que
la comunicación tenga
un propósito concreto
y que motive
al alumno, que
éste sienta una
“necesidad” real
de poner en
uso todas las
herramientas que
posee de la
lengua extranjera para
comprender o
producir un
mensaje verbal
oral o escrito o que
busque ayuda (en
el docente, sus
pares, fuentes bibliográficas, recursos tecnológicos,
etc.) para lograrlo
satisfactoriamente.
Todas las competencias
mencionadas pueden desarrollarse
en una sola
actividad que
además es muy
motivadora para
los alumnos y
brinda la posibilidad
de trabajar interdisciplinariamente con otras
áreas: el teatro.
Si
bien en el
teatro el uso
del idioma no
es libre, como
lo es en
el role play
por ejemplo, el
docente puede
incentivar la
participación de
los alumnos en
la “adaptación” o
“recreación” de
los guiones elegidos.
Una vez realizada
esta experiencia, los
alumnos también
pueden crear sus
propios guiones
y convertirse en “pequeños dramaturgos”. Así,
el proyecto adquirirá
una visión más
integral en
cuanto al uso
del idioma y
dará a los
alumnos gran
satisfacción y
confianza
en sus
capacidades.
Desde el aula
de Lenguas Extranjeras
y conmemorando los
400 años de
la muerte del
gran poeta y
dramaturgo inglés
William Shakespeare,
podemos trabajar
en un proyecto
inspirado en
su vida y
en su obra
integrando diversas
áreas del conocimiento:
Prácticas del
Lenguaje: El inicio ideal para el proyecto sería
disfrutar una obra de teatro seguida de la lectura de la misma obra o de otra
diferente. Entre las obras traducidas y adaptadas para niños de William
Shakespeare hay gran variedad para elegir, incluso en formato de historieta.
A partir de allí, el trabajo específico del
área se focaliza en las características del género dramático: concepto de obra
teatral, estructura del texto, los rasgos de la oralidad, los parlamentos teatrales,
las acotaciones, la caracterización de los personajes.
Actividades tales como el teatro leído
y la actuación pueden coronar la tarea.
Ciencias Sociales: La contribución
de las Ciencias
Sociales al
proyecto puede
abarcar dos
aspectos: los
orígenes e
historia del
teatro, el
primitivo teatro
griego, la
tragedia y
la comedia y,
por otra parte,
el contexto histórico,
social y cultural
de William Shakespeare.
La
película “Shakespeare
in love”
vista en
su totalidad o
algunos fragmentos
(con la debida
autorización de
los padres ya
que es apta
para mayores de
13 años) permite
apreciar algunas
características de
la Londres de
la Reina Elizabeth
I y de
la sociedad de
la época, a
pesar de algunos
anacronismos y
escenas sólo
posibles en
la ficción, como
la presencia de
la Reina en
un teatro público.
En un trabajo
conjunto con
Prácticas del
Lenguaje e
Inglés pueden identificarse
en el film
las muchas referencias
presentes a
las obras de
Shakespeare.
A su vez,
puede analizarse el
contexto particular
de cada obra
elegida para
ser leída o
representada.
Inglés como Lengua
Extranjera: En las
clases de Inglés
puede trabajarse una
selección de
obras teatrales adaptadas
al nivel de
los alumnos y
luego elegir la
que más le
haya gustado al
grupo para ponerla
en escena.
Sin duda, la
más sencilla es
“Romeo y Julieta”
ya que su
gran popularidad hace
que los alumnos
puedan tener un
conocimiento previo
del argumento y
de los personajes.
A la lectura
en el aula
se le puede
sumar la apreciación
de alguna de
sus versiones fílmicas
y la dramatización
antes de la
preparación del
“show”. Pero, de ninguna manera, es la única
obra posible. La gran cantidad y variedad
de producciones del autor inglés es fuente inagotable de actividades.
Cabe
destacar que
los “ensayos” serán
el momento más
rico y de
mayor aprendizaje.
La creatividad del
docente y
de los propios
alumnos no
tiene límite a
la hora de
pensar actividades para
realizar en
las clases:
- Cambiar el final de las obras.
- Recrear alguna obra como si sucediera en el siglo XXI.
- “Mezclar” personajes de distintas obras creando una nueva.
- Llevar a cabo un “juicio” a alguno de los personajes.
- Entrevistar al autor o a algún personaje.
- Hacer la crítica de una obra para la sección Espectáculos de un periódico.
- Filmar la publicidad de una obra en cartel.
- Actuar las tragedias con tono humorístico.
- Crear diálogos entre personajes de distintas obras.
- Redactar la crónica policial de algún hecho presente en la obra. Por ejemplo: la muerte de Hamlet.
- Describir personajes teniendo en cuenta sus características físicas y psicológicas.Educación Plástica y Tecnológica: Aunque son éstas áreas fundamentales a la hora de ambientar las obras: escenografía, vestuario, maquillaje; también pueden proponerse otras actividades como ilustrar las obras, realizar retratos de los personajes, etc.Educación Musical: Además de producir la “banda de sonido” que puede acompañar la representación de las distintas obras teatrales, la elección de algunas obras en particular puede dar origen a un nuevo aprendizaje al introducir al alumno en el mundo de la ópera.La comedia “Las alegres comadres de Windsor” inspiró a Giuseppe Verdi a componer la ópera “Falstaff”, nombre del protagonista de la obra de Shakespeare. Esta ópera también contiene escenas de otra obra del dramaturgo inglés: “Enrique IV”, en la que, nuevamente, aparece el Señor Falstaff.Anteriormente, Verdi también había compuesto “Macbeth” y “Otello” basadas en las obras de Shakespeare “Macbeth” y “Otelo, el moro de Venecia”, respectivamente.Educación Física: La representación de una obra de teatro pone en juego el uso de todo el cuerpo como medio de expresión e, incluso, muchas obras contienen escenas en las que la danza está presente en el texto original o puede incorporarse como una adaptación. Como ejemplo podemos citar la ópera “Macbeth” que inspiró la coreografía “Sortilegio de sangre” de Fernando Romero, presentada en la Bienal de Flamenco de Sevilla en 2012 y varios ballets:La obra “Sueño de una noche de verano” inspiró dos producciones de ballet: “The dream” y “Sueño de una noche de verano” con música de Félix Mendelsohn.La tragedia”Otelo” inspiró “The Moor´s Pavane” con música de Henry Purcell y la producción homónima del American Ballet Theatre compuesta por Elliot Goldenthal.“Romeo y Julieta” del ruso Prokofiev tiene un particular final feliz, contrario al final original de la obra de Shakespeare.En este aspecto, el aporte del área de Educación Física puede enriquecer mucho la puesta en escena y generar nuevos proyectos compartidos con el área de Música.Informática: Diferentes recursos pueden utilizarse para complementar el proyecto: pantalla digital, por ejemplo. Existen en Internet diferentes links que pueden explorarse relacionados con los temas tratados: fragmentos de obras, de óperas, dibujos animados de escenas determinadas, actividades de comprensión de textos, navegador 360° de la ciudad de Londres en la época de Shakespeare...la lista es muy extensa y, seguramente, generará nuevas ideas...Educación en valores: La lectura y análisis de cada obra abre un abanico de posibilidades para la identificación de valores.Por ejemplo:En “Romeo y Julieta”: el amor, el valor de la verdad, la amistad.En “The Winter´s tale”: la fidelidad, la confianza, la amistad, el amor.En “Otelo”: la justicia, la fidelidad, la confianza.En “Rey Lear”: la sinceridad, el respeto, la gratitud, la honestidad, la lealtad.En “La fierecilla domada”: la inteligencia, la determinación, la sabiduría.En “Hamlet”: el coraje, la compasión, al perdón, la lealtad, la honestidad.También son obras ricas para la discusión y el debate de diversos tópicos teniendo en cuenta la edad de los alumnos: el lugar de la mujer en la obra de Shakespeare, el tema recurrente de los celos, los conflictos interpersonales, la autoridad, el poder, la ambición, la traición, las relaciones entre padres e hijos, la crueldad, el arrepentimiento, la vergüenza, el orgullo, la tristeza, el miedo, la venganza, la muerte, el suicidio...Cada docente, desde su especialidad, puede aportar ideas y propuestas para un gran proyecto de trabajo colaborativo.William Shakespeare, el gran artista de la poesía y la dramaturgia que inspiró a tantas otras artes, inspirará en nuestras aulas un gran aprendizaje.Silvina IacovinoBibliografía de consulta:Diseño Curricular de Lenguas Extranjeras. C.A.B.A.“Equipo K. Lengua 7” Tercer Ciclo EGB. KapeluszLamb, Charles and Mary. “More tales from Shakespeare”. Penguin Readers.“Prácticas del Lenguaje. Lengua 6”. a-Z EditoraNicolás Román, Susana: “El teatro como recurso didáctico en la metodología CLIL: un enfoque competencial”. Revista Encuentro.Sardi, M. y Seveso, B. “La producción oral”. Biblioteca esencial del profesor de Lengua. Editorial Cincel.