Entender como se vincula la mujer con su propio cuerpo,
debe ser uno de los puntos que más ha variado desde el momento en que ésta
tiene un lugar dentro de la sociedad. Antes solo se dedicaba a la maternidad y
los quehaceres del hogar; y en lo que respecta a su cuerpo, éste era visto con
otra imagen, ya que ese era el “rol” que la sociedad le tenía asignado.
A medida que fueron pasando los años y la mujer fue ganando
espacios en las distintas disciplinas como en la educación, la investigación,
el deporte, el trabajo y otros ámbitos, la noción de la imagen corporal ha ido
variando, al punto que ella empieza a disponer del control de su propio cuerpo.
Hoy, después de muchos cambios a nivel sociedad y cultura,
la imagen de mujer ideal se mide por la belleza, la delgadez y la juventud.
Tanto es así que todas las ciencias y artes trabajan para que esto pueda
concretarse; por lo cual nos encontramos con: la industria y diferentes
empresas que abastecen al mercado con productos de belleza, tratamientos,
alimentos bajas calorías, medicamentos para adelgazar, para no envejecer,
anticonceptivos, spá de relajación, tratamientos antiestrés, tratamientos
psicológicos y por supuesto quirúrgicos de todo tipo que cada vez comienzan a
aconsejarse desde edades más tempranas para no llegar a edades avanzadas con
riesgos.
Todo este mercado ya mencionado, garantiza y ofrece a la
mujer juventud, seguridad, libertad y autonomía, sin pensar en la salud y su
bienestar.
Hoy, la imagen femenina ideal es aquella que ha pasado por
algún tipo de cirujía, y se sacrifica día tras día comiendo alimentos light o
bajas calorías.
Y como relacionamos esta imagen corporal femenina con el
deporte? Esta figura 90-60-90 se puede vincular con el deporte o con la
actividad física?
Si lo relacionamos con lo segundo, la actividad física,
podríamos decir que la mujer la practica por los siguientes motivos; el primero
y el más importante es para poder modelar la figura y poder mantener ese cuerpo
“esbelto”, lo segundo es por diversión y lo tercero y no menos importante (pero
solo en algunas personas), para mejorar su calidad de vida.
Ahora, si lo relacionamos con el primero, que es la
práctica del deporte; sería bueno aclarar que cuando hablamos de deporte nos
referimos a “toda aquella actividad que se realiza con el fin de competencia”;
no todas las mujeres lo practican, por el contrario son la minoría. Los motivos
son variados: el gusto, las ganas, en este país no se le da la importancia que
merece al deporte (solo unos pocos pueden vivir de él); requiere de mucho
esfuerzo y sacrificio en cuanto al tiempo de dedicación; se necesita de un
sostén económico el cual debería otorgar el estado (y esto no sucede, solo a
los deportistas que llegan a competir en juegos olímpicos, y no a todos), lo
que hace que estas deportistas dediquen parte de su tiempo a un trabajo para
poder mantenerse; etc.
Sumado a esto, muchos de los deportes que practican las
mujeres hacen “perder” esa femeneidad, belleza, cuerpo escultural que la
sociedad nuestra, esto se debe al tipo de deporte. Lo vemos en la televisión
cuando están los Juegos Olímpicos por ejemplo en natación, hockey, ciclismo, gimnasia
deportiva, entre otros. Por lo cual, en muchos casos prefiere no practicarlo a
nivel competitivo y si a nivel recreativo como es el caso de la natación, por
todos sus beneficios a nivel salud.
El deporte debe ser considerado como una actividad entre
las demás, en la que la mujer pueda desarrollarse al igual que los hombres (a
pesar de encontrar más de ellos), como en la política, las ciencias, el
trabajo, las empresas y todas las demás actividades, con igualdad de
oportunidades para lograr los mejores resultados. Y la imagen de los
deportistas debe ser eso simplemente: un o una deportista que intenta lograr lo
mejor de sí mismo, luchando y superándose a sí mismo día tras día contra todo y
todos (porque sabemos que no es fácil).
Creo que hoy lo que debemos replantearnos es el modelo de
mujer perfecta que la sociedad muestra, ya que la mayoría de los cuerpos distan
de esa imagen con curvas y sin arrugas; que exigen a la mujer llegar a eso para
poder ponerse una ropa que le gusta.
Sería importante que cambiemos este discurso y busquemos un
cuerpo “normal”, pero con salud y buena calidad de vida.
Valeria Poggi
Prof. Nac. de Educación Física –
Instructora Nac. De Natación – Prof. De Educación Inicial
DNI 27940481
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