Hace unos días conversando con una colega
me comentó que estaba a punto de jubilarse,
y como le habían cesado las tareas pasivas debía volver al cargo sin
tener ganas.
Le dije a ella:- "Por los niños, vas
a tener que poner lo mejor de vos", a lo que ella me respondió:- "Por
suerte los niños son lo suficientemente ingenuos para no darse cuenta de
eso..."
Esas últimas palabras me quedaron
rebotando en mi mente, a lo que vino inmediatamente la pregunta: ¿será
importante o no el factor motivacional que un docente ponga en clase para la
adquisición de saberes significativos?
El objetivo de este artículo es poder
repensar y reflexionar sobre la práctica docente y no adentrarme en el estudio
detallado del tema. La motivación, según
una revisión biográfica no es una variable observable, sino un constructor hipotético,
que se infiere a partir de las manifestaciones de la conducta y esa inferencia
puede ser tanto positiva como negativa.
La motivación, junto con las
inteligencias y el aprendizaje previo, determinan si los estudiantes logran
alcanzar los objetivos propuestos.
Sería un medio en relación a otros
objetivos, convirtiéndose en el eje transversal de nuestro accionar. Es decir,
el profesor ha de propiciar que el estudiante controle su propia producción y
que el aprendizaje sea motivante, proceso que en su esencia es muy complejo.
La educación debe ser el fin y no el
medio para cumplir los mandatos sociales.
La obra pedagógica y educativa de
Durkheim nos conduce a una revisión histórica para construir los fines
educativos. Este hecho social se ve bien claro en la cultura de la educación
física escolar y extraescolar, formal y no formal. Pues el fin que persigue
actualmente la educación física es la
educación por el movimiento.
Es nuestro deber incentivar, generar y
crear en el alumno motivaciones intrínsecas que lo lleven a encontrar su propio
bienestar y no hacerlo por mandato social. El sostener vos podes, permite al
alumno cruzar el puente hacia el infinito y deposita en él la confianza
necesaria a la que hacía alusión Schopenhauer cuando citaba " Que nadie
podrá cruzar el puente hacia el infinito a excepción de ti".
Para
concluir quisiera dejar dos frases de Paulo Freire, pedagogo brasileño. La
misma es incluida con el fin de llamar, con posterioridad, a la reflexión:-"Lucho
por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe
a obedecer." La segunda es “Enseñar
exige seguridad, capacidad profesional y generosidad”
Palabras claves: Motivación, repensar,
Mandato social.
Bibliografía
·
Revista
cubana de Medicina General Integral. Versión online ISSN 15113038 Junio 2010
·
LE BOULCH, J. (1982). Hacia una ciencia del movimiento
humano. (Trad. Lidia de
France). Buenos Aires: Paidós.
·
Las cinco mejores frases
de Paulo Freire. | Colectivo CEAAL El Salvador
Vanina Akman,
Profesora nacional de Educ. Física,
Guardavidas nacional, Instructora especializada en el medio acuático,
instructora de gimnasia acuática.
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